domingo, 7 de febrero de 2010

Alejandro Víquez Espeleta, el niño de las sonrisas


Éste fue un fin de semana muy especial. Los papás de RENACER compartimos en torno a la conmemoración del aniversario de la partida de Alejandro, el hijo de Federico y Guiselle Víquez Espeleta.

Alejandro fue un niño maravilloso, que vivió con amor, lucha y entrega sus 10 años de vida.

Yo nunca conocí durante ese tiempo a Ale, mi tocayo, sin embargo hoy, realmente, forma parte de mi existencia, así como la de Ernesto.

Ayer sábado acompañamos a sus papás en el jardín donde él descansa, ubicado en el mismo lugar donde se encuentra mi amada Raquel. Vimos fotografías de este precioso niño, enamorado de la vida, de la gente, siempre con una sonrisa en su boca, amante de los caballos y lleno de toneladas de amor para dar.


Hoy participamos de la misa en su honor y notamos cómo se reflejó su esencia, en cada una de las personas que estábamos ahí. Fuimos por amor, un amor tan grande que hace que personas desconocidas nos unamos en torno a Alejandro y sus enseñanzas.

Gracias Ale, por este maravilloso regalo de pureza que nos has dado desde el cielo. Te imagino jugando con nuestra hija y llenándola se ese sentimiento tan transparente que regalabas a todo aquel que veías.



Con amor tu nueva amiga,

Alejandra, la mamá de Raquelita







lunes, 1 de febrero de 2010

El tiempo ha pasado


El tiempo ha pasado y he vuelto a la rutina diaria. Levantarme temprano, salir para el trabajo, tratar de no llegar tarde. Correr durante el día tratando de solucionar el mundo y en la noche, encontrar un rato para mi misma y para mi esposo.


Aunque el mundo caprichoso se empeñe en envolverme poco a poco y alejarme de aquellos momentos de intenso dolor, nada ni nadie puede evitar que mi amada Raquel esté en mi pensamiento. Tan pequeña, tan frágil, tan perfecta...mi amor sin límites, mi hija adorada.


Aunque, las mañanas empiezan a tomar un tinte cotidiano, aunque las noches, parezcan llevarse los hilos del pasado que han estado cosiéndose en mi ser, aunque ahora empiece a reír por alguna chiste que me cuentan...duele cada sonrisa, mi bella Raquel se ha ido y el tiempo ha pasado una espada dentro de mi corazón.