Mi bella Raquel partió hace 10 meses. ¡Parece una eternidad y al mismo tiempo un soplo!
Durante todo este tiempo, he llorado tanto como nunca hubiera imaginado. Al mismo tiempo, he crecido en todos los sentidos.
Mi preciosa bebé, ¡cuánto te extraño, cuándo he añorado sentir tus latidos dentro de mi vientre otra vez!
Sin embargo, hoy me desperté con un sentimiento diferente, pienso que estoy más fuerte y que esa fortaleza te la debo a vos mi ángel.
Durante esos cinco días que viviste, nos enseñaste a papá y a mí, que la vida es una lucha constante, llena de momentos inolvidables como lo fue el verte llegar y desgarradores, como fue tu despedida al cielo.
Te amo hija, te amo como no he amado a nadie en este mundo y te doy gracias porque hoy, a 10 meses de tu partida, conozco el amor verdadero, el amor profundo y maravilloso, el amor que traspasa la barrera de la muerte.
Con amor tu mamá por siempre,
Alejandra.