sábado, 9 de mayo de 2015

Y volvió mayo con su día 9. Y mi corazón nuevamente se hizo pequeño,  cuando recordó minuto a minuto el día en que te fuiste físicamente. Mi niña, ¡cuánto amor quedó en el aire sin saber qué hacer con él!
6 años después, te amo más y añoro sentirte entre mis brazos.
Hoy los abuelos y nosotros fuimos al jardín. Tu hermano Nicolás ayudó a arreglar tu jardín por primera vez y aunque sé que no entiende bien el porqué de tu ausencia, aprenderá a amarte como lo hacemos tu papá y yo. Con todo el amor del mundo y la eternidad

. Mamá

domingo, 3 de mayo de 2015

Hoy hace 6 años, a esta hora me hiciste mamá. Fue tan maravilloso escuchar que llorabas...tenía esperanza. Sin embargo; la historia fue otra y te fuiste físicamente, pero te quedaste para siempre en mi alma. Gracias hija por darme la alegría de amarte hasta la eternidad. Con amor infinito. Tu mamá.😙😙

miércoles, 9 de mayo de 2012

Tres años de ausencia

Mi querido amor, han pasado 3 años desde tu partida y el dolor en mi corazón permanece. No puedo creer que haya transcurrido tanto tiempo, pues en mi alma es como si hubiera sido ayer.
Te he extrañado tanto en este tiempo, tu olor, tu pelo, tus ojos, esos que casi no pude admirar.  ¿Cómo sería tu voz hija mía?  Nunca lo sabré.

Raquel, hubiera dado lo que fuera porque pudiéramos compartir este momento con vos.  Sé que sabes que Nicolás, tu hermanito menor, nació hace 12 días.  Es un niño hermoso, muy dulce y ha venido a devolvernos la esperanza.  De alguna manera, quiero pensar que sus almas se encontraron en el camino a este mundo y que le hablaste a Nicolás de nosotros.  Pareciera una locura, pero me reconforta sentir tu espíritu lo acompaña.

Hoy he recordado  minuto a minuto tu vida y tu muerte, todo pasó tan rápido, pasamos de la más profunda alegría, al dolor más intenso que cualquier ser humano pueda sentir.  Te vimos nacer aquel 3 de mayo y 5 días y 9 horas después de marchaste... Y una espada traspasó mi corazón.

Hoy entiendo como una madre ama con la misma intensidad a sus hijos y yo tengo dos, uno en este mundo  luchando por vivir y crecer y la otra  en el cielo disfrutando de la vida eterna. 

A Nicolás si Dios me lo permite, lo guiaré y amaré en este mundo y a  vos mi amor, niña de mis ojos, te amaré por siempre, porque seguís viva en mi mente y en mi alma, porque el amor traspasa los límites de la muerte.

lunes, 9 de mayo de 2011

Aquel 9 de mayo




Dos años han pasado desde que aquel 9 de mayo de 2009. Cuando el teléfono timbró a las 4 de la mañana, supimos lo inevitable. Raquel había muerto apenas 5 días después del momento en el que la vimos nacer. No podría explicar con palabras, el dolor tan profundo en el que mi vida se sumió. La luz de nuestros ojos había cerrado los suyos para siempre.





Me parece increíble que que haya pasado todo este tiempo, ¡730 días, 43800 horas!, en la que no he dejado de sentir el amor tan profundo, que nuestra hija dejó a su paso por este mundo. Ella murió físicamente, pero su amor nunca desaparecerá, ella vive en mí y en todos los que la conocen y la aman a través de mi esposo y yo.




Este tiempo me ha servido para analizar la fragilidad del ser humano y pensado en que solamente cuento con el día de hoy. En medio de la confusión que significa despedir a un bebé, he encontrado hermanos en el dolor, en los miembros del grupo RENACER, amigos verdaderos en aquellas personas que siempre se mantuvieron con nosotros y nos dieron la mano para levantarnos. ¡Gracias a todos!




Hoy 9 de mayo de 2011, soy una mujer diferente, soy la mamá de Raquel Castillo Chinchilla, una hermosa bebé que vivió una vida llena de inyecciones, tubos y máquinas conectadas a su cuerpo, mientras nos daba un demostración de cómo luchar por sobrevivir. Dolorosamente, ella no logró continuar su camino por este mundo, sin embargo; Raquel es y será siempre, nuestra niña adorada, nuestra luz que ilumina el camino por el que debemos continuar para encontrarnos otra vez.















jueves, 3 de febrero de 2011

El tiempo es un soplo


Hoy hace un año y nueve meses llegaste a nuestras vidas. Fuimos tan felices mi amor!!!! Parece mentira que hayamos podido pasar de la alegría absoluta a la más profunda de las tristezas.


Hoy te he extrañado todo el día, cada minuto, cada segundo. Pasan los meses y tu ausencia es el sello que tiene mi vida.


La semana pasada tu abuelita Irene y yo, colocamos más flores en tu jardín, te pusimos de nuevo tu nombre, quedó hermoso!!! Te prometo mi amor, que mientras viva, tu espacio en la tierra será como dice mi primo Emanuel, un pedacito de cielo.
Espérame luz de mi corazón, espérame, estrella de la mañana te quiero ver...

jueves, 9 de diciembre de 2010

Hoy hace 19 meses


Han pasado 19 meses desde aquel día en que nos despedimos mi amor y hoy te siento en mis venas más viva que nunca. Con el ambiente navideño todo es alegría en la calle. Las lucen tintinean, las familias cargan sus árboles hasta sus casas, se celebran fiestas por donde se mire. Mi Pequeñita, debo contarte que en medio de toda esa alegría allá afuera, de nuevo me estoy levantando y que debo hacer mi mejor esfuerzo para que esta Navidad nos traiga esperanza a tu papá y a mí. Debemos luchar Raquelita, ayúdame a luchar... Te amaré siempre. Mamá.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

La esperanza quiere huir


Nuevamente, una espada ha traspasado mi corazón. Como se evapora el agua al caer en tierra ardiente, así se evaporó una vez más mi esperanza.


Raquel. amor de mi vida, si estuvieras hoy aquí, mi cristal sería otro, mi existencia tendría tu sello, puro, maravilloso, angelical. Pero el hubiera no existe, solo es un fantasma que de nuevo me atormenta.


Un peso muy grande cae sobre mis hombros, trato de erguirme, pero no alcanzo a levantar mi cabeza. El futuro es tan incierto, que ni siquiera vale la pena pensar en él y en el presente no hay respuestas, nunca existieron, pareciera que se esconden a mi mente racional.


Hoy se me ha ido otro hijo o hija, esta vez tan pequeño que no puedo nombrar su sexo, pero tan grande, como si se hubiera anidado en mi vientre por 9 meses.


Mi amado bebé, ahora estás con tu hermanita y no voy a mentir, me dan ganas de ir también. Me detiene el gran amor que le tengo a Jesús y por supuesto a mi compañero de camino, ese que se ha enjugado las lágrimas, con el que he llorado hasta los huesos la ausencia de nuestros hijos.


La esperanza se empeña en dejarme, mientras yo me abrazo a ella, temerosa de que se vaya para siempre.

domingo, 15 de agosto de 2010

Mi hija ha muerto y yo sigo siendo su madre


Mi pequeña hija ha muerto y hoy es el día de la madre. Mientras mi corazón trata de mantenerse en calma, miro para todos lados y lo único que puedo divisar son las ofertas baratas que los comercios se empeñan en ofrecer, con el fin de comprar el amor de esas mujeres que, sí ciertamente, han dado parte de su vida por esos hijos.


Han pasado 15 meses desde ese maravilloso momento en el que me convertí en la madre de Raquel Castillo Chinchilla, 2350 gramos de amor, 43 centímetros de gran ternura,¡una belleza!. Su muerte marcó mi alma para siempre, ¡soy una madre diferente!
Este 15 de agosto, por más que intento pensar en que todos los días, son para celebrar a las madres, que esta fecha no debe hacerme sentir triste... no lo he logrado.


Hoy visité a mi mami, Odilié Morera, una mujer muy valiente, amorosa y solidaria. De ella aprendí que la humildad te enaltece y que la sinceridad es, sin duda, una virtud. También compartí con mis hermanos, mi cuñada y mis sobrinos, cuatro preciosos niños a los que amo, pero que, al mismo tiempo me recuerdan que no puedo abrazar a mi Raquel, sino en mis sueños, en mi mente.


En misa, el sacerdote invitó a las madres a ponerse de pie para orar por ellas y no pude hacerlo, ¡soy una madre, sí, pero distinta!


En este día cuando todas madres reciben regalos materiales, quiero compartir este relato y desearle a todas las mamis de niños en el cielo, mucha paz interior, este y todos los días. Admiro su valentía para continuar viviendo, con este dolor en el corazón.


Ellas y yo compartimos la maravillosa sensación de ser la madre de un ángel en el cielo.


¡Paz y amor para nuestros corazones, hoy y siempre!






domingo, 8 de agosto de 2010

Carta a Raquel





¡Parece mentira, pero ya han pasado 15 meses desde que te fuiste físicamente. Mi amada Raquel! Te esperaba desde siempre y cuando llegaste, mi vida se llenó de esa sensación maravillosa que significa ser la mamá de un ángel.



Mi amor, mamá se ha ido recuperando lentamente y hoy me siento más fuerte. Tanto, que tu papi y yo estamos pensando en intentar traer a tu hermanito (a). Ayúdame mi amor, dame fuerzas desde donde te encuentres. Algunas veces mi corazón duele tanto por tu ausencia, que no sé si seré tan fuerte para vivir entre la alegría de una nueva vida en mi vientre y el profundo dolor de tu ausencia.



Hoy a 15 meses de tu partida, te extrañamos con toda nuestra alma. Siempre serás nuestra princesa amada, nuestra primera hija, la niña de nuestros ojos, la pequeña que nos enseñó el amor verdadero.



Te amamos, papá y mamá.

sábado, 3 de julio de 2010

El amor y la vida


Hoy es 3 de julio, hace 14 meses nació mi Sol. Recuerdo que, cuando estaba en la sala de recuperación, no podía dormir, aún con la anestesia y cada 5 minutos hacía al enfermero llamar a la Neonatología, para saber cómo evolucionaba Raquel. Me decían, "señora está bien, no se preocupe"...


Nuestros amigos Carlos y Carol dicen que "mientras siga brotando el amor la vida siempre existirá", yo creo que es cierto y lo sé, porque el amor hacia Raquel es tan inmenso, que ella sigue viva, en el corazón de sus papás y en el de muchos otros corazones, pero además, porque hoy el amor más intenso se hizo presente de nuevo.
Mi sobrino y ahijado Franco Chinchilla Jenkins, nació el pasado 1 de julio y hoy estuvo entre mis brazos por primera vez. ¡Es bello, precioso! Su maravillosa presencia ilumina todo nuestro entorno. Sin embargo, esta tarde, mientras el alba de la vida de Franco, apenas asomaba sus más increíbles colores, mi esposo y yo extrañábamos desde lo más profundo de nuestra a alma, a la niña que nos robó el corazón hace poco más de un año.
¡Bienvenido mi amor!, ¡bienvenido mi niño hermoso!, me hubiera encantado que conocieras a Raquel, que jugaras con ella y que fueran amiguitos. Alguna vez te explicaré cómo la vida escribió otra historia.