lunes, 31 de agosto de 2009

Duerme, duerme Princesa

Mi amada princesa, ayer papá, tu tía Maritza y yo fuimos a tu jardín. Algunas flores se han marchitado por la lluvia, pero esta misma semana antes de tu cumpleaños, mamá las va a cambiar.

¡Cuánto te amo mi amor!, ¡Cuánto te necesito! Los días han pasado tan lento en el dolor y tan rápido en el tiempo, que me parece que fue ayer cuando te conocí.


No he podido separar tu imagen ni un minuto de mi cabeza. Tu pelo, su carita, tus manitas, tus pies, estás en mi mente y en cada una de mis células.


Mi querida hija, no te imaginas lo que duele vivir sin vos, lo que duele salir a la calle y obligarme a vivir. Sabes, todo el mundo dice que la vida continúa, que tengo que seguir, pero solo vos y yo sabemos el amor tan infinito que nos une y lo difícil que es continuar sin tu presencia física.


Tu tía Frescia trajo a tu primita Lucía la semana pasada. Es una niña muy tranquila, preciosa, morena, casi ni llora. Pero su sola presencia me recuerda que no estás, que nunca te tendré entre mis brazos, que solo volveré a verte cuando deje para siempre este mundo. Y eso me llena de profunda tristeza.


Mi amada Raquel, mientras escribo tu nombre mi corazón me da un vuelco. Me salta con solo pensar que solo estarás en el recuerdo de quienes te amamos y en el amor tan intenso que nos tenemos tu papá y yo.

Mi amor, mi princesa, mi bebé adorada, duerme, duerme, hasta que nos volvamos a ver.

viernes, 28 de agosto de 2009

Una historia de amor


Era un 2 de octubre cuando una luz se encendió en mi corazón. En mi vientre crecía la esperanza de una pareja que se juró amor un 15 de setiembre de 2006. Raquel había sido fecundada por la mano de Dios.

Poco a poco mi barriga empezó a crecer, parecía que cada centímetro se multiplicaba a la enésima pontencia, para ser equivalente al amor que sentía.

Pronto, nuevas facetas emergieron de mi ser, la mamá de Raquel también había nacido.

"Mi amor, Raquel, ¿me escuchas?, le decía cada día. Hoy vamos a escuchar la música de la Hermana Glenda". Todos los días le ponía melodías nuevas para que ella los reconociera con el tiempo.

Mi hija, como es todo amor, cuando estaba en mis entrañas, nunca me provocó grandes achaques, eso sí, tomó de mí toda mi energía y por mucho tiempo me sentí muy cansada. No en vano dos corazónes latían ahí dentro.

Raquel creció sin contratiempos, hasta que mi bolsa se rompió antes de tiempo y nuestra vida cambió para siempre.

Cambió cuando la escuchamos llorar, cambió cuando vi su carita por primera vez, cambió cuando pude tocarle sus piernitas y su pelo, cambió porque nada se compara con ver tu hija frente a vos. Nada.

Mi Pequeña Flor, aunque hayas partido físicamente tu amor no morirá. Tu papá y yo, y todos los que te aman, nunca dejarán que ese amor se apague. Vivirás por siempre y nos darás la energía para tejer, todos los días esta historia de amor. Te ama mamá.

lunes, 24 de agosto de 2009

Lo que yo quiero


Quiero pensar que todo esto es un sueño, que mi vida misma es una ilusión, que me despertaré un día de estos y seré una niña otra vez, jugando frente a mi casa en Naranjo.
Esta pesadilla será eso un mal sueno, no habrá pasado. El mundo será un lugar lleno de seguridad plena otra vez, en donde lo único que preocupa es saber, ¿qué habrá de comer en la noche?

Quiero abrir los ojos y ver a mis hermanos pequeños y a mis papás rumbo al paseo anual, todos juntos sonriendo, sin pensar en que de alguna u otra manera nos llegará la muerte.

Quiero que Raquel sea aquella añoranza de chiquillla, que soñaba con los hijos que tendría y lo bellos que serían.

Quiero que sea mentira que mi anhelada hija vino y se fue.

Sin embargo, sé que no es lo que yo quiero... la vida no te otorga esa licencia.

domingo, 23 de agosto de 2009

Hace frío...


Hoy amaneció y sentí mucho frío, pero no solo sentí frío en mi cuerpo, sino, un pedazo de hielo cubriendo mi corazón. Como si el tiempo hubiera retrocedido, sentí el mismo dolor que aquel día en el que sonó el teléfono en la madrugada para anunciarnos que nuestra hija había muerto.

Dicen los expertos que el duelo es así, te sube y te baja como una montaña rusa de dolor, de donde no te podés bajar, aún tengas náuseas y estés volviéndote loca.

¡Qué dolor tan enorme azota el interior del ser de una madre que sufre la ausencia de una hija! Solo aquel que lo siente en carne propia, podrá entender mis palabras...

A mi amada Raquel, el viernes, le pusieron su placa con su nombre en el cementerio, sentí un golpe en el estómago cuando la vi, mi bebita...murió.

Sopla el viento fuerte y mueve las cortinas, pero más intenso sopla el viento de tristeza en nuestra vida. Una vida que hoy debió haber estado llena de llanto angelical y pañales, una vida que no será la misma sin nuestra Raquel, aunque hayan pasado 50 años.


jueves, 20 de agosto de 2009

Mi corazón fuerte


El corazón de una madre es fuerte, tiene que serlo, porque de otra manera, no podría explicar como el mío ha sobrevivido a este terremoto de dolor, que ha azotado nuestras vidas ya por 102 días.

Hoy por fin conocí el rostro angelical de mi sobrina, Lucía. ¡Maravillosa, perfecta, linda!, una morena de ojos negros y cabello color azabache, la prima de Raquel.


¡Cómo he llorado este día! Lloré mientras iba hacia a Naranjo, cuando pude tenerla entre mis brazos y cuando regresaba. Esta ha sido una de las acciones más duras que me ha tocado hacer desde que mi chiquita murió. Lloro porque en el fondo de mi corazón, mientras la alzaba, la olía y observaba su perfección, me imaginaba el sentimiento tan único que hubiera sido cargar a mi hija mientras vivía. Lucía sin duda, para mí, tiene un poco de mi hija.

Hoy amé a mi nueva sobrinita, como ya amo a los más grandes, José Pablo y Sara. Hoy sé que Lucía me ayudará a llenar ese vacío que dejó mi Raquelita.

Solo oro a Dios por un corazón de madre fuerte, como el que hasta ahora me ha dado. Solo así podré seguir adelante.

martes, 18 de agosto de 2009

Mi hija una estadística

Hoy vino a visitarme una enfermera de la Comisión de Mortalidad Infantil. Ellos son los encargados de decidir si la muerte de Raquelita se pudo prevenir o no.

Dentro del expediente emitido por el Hospital de Niños, que traía para completar conmigo, venía una causa por la que el Hospital consideraba que pudo hacerse algo antes. Decía "traslado tardío". Mi corazón se llenó de un dolor intenso, profundo, fuerte, mayor siempre mayor. Precisamente, durante el lunes siguiente al nacimiento de mi niña luchamos por ingresarla al Hospital de Niños desde muy temprano, pero ellos respondieron que "no la aceptaban" porque no estaba delicada. Me pregunto yo, si una niña de 34 semanas de gestación, no es una niña en riesgo solo por el hecho de su edad gestacional. El Hospital la aceptó cuando era muy tarde, cuando ella estaba grave y sus posibilidades de vida eran mínimas.


Por otro lado, la enfermera me dijo que, si mi niña hubiera nacido en un hospital público la hubieran trasladado de inmediato. ¡Pueden creerlo, mi hija no tenía derecho a nacer en una clínica privada si quería vivir!


¡No se imaginan el dolor tan grande que siento! Si no fuera porque nada, ni nadie me devolverá a Raquel, emprendería una demanda.


Lo que sí voy a hacer es escribir una carta, quiero preguntar:

1.¿Por qué se le negó el ingreso a mi hija en el momento oportuno?
2.¿Cuántas más probabilidades de vida hubiera tenido con un "traslado temprano"?
3.¿Si existe una política que le de prioridad a los pacientes de hospitales públicos, lo cual deja sin oportunidad a casos como el de Raquelita?


Sé que esto no va calmar mi dolor, pero al menos vamos a tener claro, cómo funciona la "seguridad" social de nuestro país.






domingo, 16 de agosto de 2009

Y pasó ese día...


El Día de las Madres pasó y no morí de tristeza. Decidimos pasar este día lejos de San José, en un apacible lugar en donde fuera más fácil reflexionar acerca de nuestra realidad sin Raquelita.

Y aunque el dolor siempre nos acompaña a donde quiera que vayamos, logramos trascender un poco la materialidad de la celebración, para darle paso a un nuevo significado del Día de las Mamás.

En la mañana salimos a caminar. Cuando te duele el alma, el contacto con el bosque, las aves y el viento fresco te aporta un sentido de la humanidad sencillo, transparente, tal cual deseas que sea tu vida. Mientras caminaba en cada cosa que veía, buscaba a Raquelita.

Ya hacia la tarde no pude sostener más el llanto y lloré a mi hija inesperadamente muerta, lloré a mi bebé a quien anhelaba dedicar el resto de mi vida, lloré por esos momentos que nunca viviremos, lloré porque la amo con todo mi corazón y no puedo tocarla...

Sin embargo, ayer pudimos sentir la presencia de Raquel en las nubes bajas que entraban por la puerta de la cabaña, en la mariposa que nos acompañó durante la cena, en la brisa fresca que llegó por la noche. ¡Mi princesa está en todas partes!

A Raquel le agradezco en este 16 de agosto, también Día de las Madres, haberme regalado un maravilloso sentimiento que me acompañará toda mi vida, el de sentirme mamá.



viernes, 14 de agosto de 2009

Poema de mi hija ausente




Una brisa ligera me besa el rostro


Raquel está aquí,


me besa intensamente con cada ráfaga


se aprovecha del viento


para hacerse sentir.




¡Aquí estoy mamá!, me dice


¡aquí estoy mamá!, no llores,


no te sientas sola en este día


donde los hijos honran a sus madres,


yo desde el cielo estoy


cuidando cada uno de tus pasos.




No llores mamá


que estoy contenta


río y juego al abrigo del Padre,


no llores mamá


que un día volveremos a estar juntas


para siempre.




Todos los días podrás encontrarme


en el amanecer, en las flores que plantas en mi honor,


en el viento juguetón que acaricia tus mejillas,


así vendré y te recordaré,


que aunque no pueda abrazarte como deseas


todos los días serás mi mamá.




miércoles, 12 de agosto de 2009

Día de la Madre sin Raquel

Se acerca el Día de la Madre y cada día que pasa, siento un vacío más y más grande en el corazón.
¡Cuántas veces, pensé en celebrar este día junto a Raquel! Claro, antes de vivir esta pesadilla, mi visión del mundo era muy diferente.
Hoy daría cualquier cosa porque mi bebita no hubiera muerto, que estuviera conmigo, aún si no celebrara nunca más en mi vida un Día de la Madre.
Ya les he contado lo que me ha costado entender que soy una mamá, aún Raquel haya fallecido. Lo entiendo en este momento, aunque la verdad me golpee la cara sin compasión. ¡Raquel murió, mi princesa no está, soy una mamá pero sin hija!

Anoche las mamás que asistimos el grupo RENACER recibimos una rosa blanca de parte de los papás y por supuesto de nuestros hijos fallecidos. Coloqué la rosa al lado de la figura de un ángel que para Ernesto y para mí simboliza a nuestra Raquel.
Sé que Raquel me regaló lo más bello para una mamá, su presencia por 5 hermosos y tristes días y su amor de hija, ese que nunca desaparecerá en mi corazón.

No sé que sentiré ese día, desearía que no llegara nunca, pero llegará. Solo le ofrezco a Dios este sentimiento para que me envíe desde el cielo un destello de luz, que ilumine nuestro camino, ahora que todo el país celebra el Día de las Madres y nuestra hija ha partido.

lunes, 10 de agosto de 2009

Cuando podemos servir para algo

Ale y Chene, nos agradecen estar ahí en estos momentos, cuando somos nosotros quienes debemos estar agradecidos por permitirnos estar junto a ustedes y acompañarlos en su dolor. Nunca haremos que ese dolor se vaya, pero al menos podemos darles un abrazo y decirles "aquí estamos". Las palabras sobran... pero los abrazos nunca son suficientes. Que mi Dios que es grande y todo poderoso, que tiene una visión inalcanzable e incomprensible para la naturaleza humana, los llene de lo que sea que sea necesario para seguirse levantando cada mañana y volver a comenzar, un día a la vez...

domingo, 9 de agosto de 2009

Raquel, en tu memoria damos gracias por los verdaderos amigos

Es muy fácil acompañar a nuestros amigos en las alegrías, pero ¡cómo cuesta acompañarlos en las tragedias o desgracias!
A tres meses de la muerte de Raquel, algunos amigos y amigas nos han demostrado que nos aman en realidad. Por eso en memoria de nuestra hija y como agradecimiento a ellos publicamos este video.
No tenemos fotos de los amigos de RENACER, de los amigos de San Gabriel, de Karol y Barto, así como Róger y Marcela y doña Olga, nuevos amigos en el dolor de haber perdido a un hijo o hija, pero este video está dedicado a ustedes también. Gracias por compartir su experiencia con nosotros y ayudarnos a entender que el amor trasciende la muerte.
A nuestros padres y hermanos gracias por acompañarnos diariamente y ayudar a levantarnos en este durísimo proceso de renacer.

Con amor, Alejandra y Ernesto, los papás de Raquelita






Si no puede ver el video acá en el blog, por favor acceder a la siguiente dirección.

http://www.youtube.com/watch?v=4zT-d8nWW0I

jueves, 6 de agosto de 2009

Felicidad triste

Mi corazón esta partido, realmente tengo tantas emociones encontradas. Es cierto me siento mucho mejor ahora que Lucía nació, porque antes estaba bastante tenso, el temor lógico de quien ha pasado por el más grande dolor en su vida.

Lo raro es que aun viendo a la bebé en buen estado, no he podido desarrollar la felicidad lógica del nacimiento. Hay algo que me detiene, es un muro que estoy tratando de escalar... espero que Dios me de la fuerza para realizarlo.

Jesús la tiene, ella está bien

Uno de los sentimientos que embarga mi corazón y que me hace sentir "tranquila" como mamá, luego de la muerte de Raquelita, es que Jesús tiene en sus manos a mi niña. Para mí por supuesto, pero sobre todo, para Ernesto, la figura del Hijo de Dios, en medio de este dolor le ha reconfortado.

Si no fuera por el apoyo de Jesús en este momento, no sé donde estaríamos. Jesús se presenta como nuestro amigo, nuestro hermano y nuestro guía en tiempos de tristeza y dolor profundos.


Hoy me imaginé a Jesús, tal como se ilustra en esta imagen que encontré. Jesús toma a Raquel entre sus brazos y le está dando todo el amor en el cielo, ese que nosotros desde la tierra le enviamos a nuestra pequeñita.


Gracias Jesús por permitir que llegue a nuestra mente esta imagen, gracias porque de esta manera actúas para atenuar este dolor intenso que está en nuestra alma, gracias porque nos dices, "yo la tengo, ella está bien".

miércoles, 5 de agosto de 2009

Quisiera que estuvieras


Es de mañana y hace frío, llueve un poco y el viento sopla por la ventana del cuarto. Me pregunto, ¿qué hubiera hecho hoy si estuvieras conmigo? De seguro habría pospuesto tu baño, por temor a un resfrío, de seguro de habría dejado acurrucada entre mis brazos, para traspasarte el calor de mi pecho.

Querida hija, estoy he pensado tanto en lo que no se será, en los momentos que no viviremos, en los momentos que solo existirán en mi mente de mamá.

Me ha costado mucho aprender que, aunque hayas muerto sigo siendo tu mamá, ¡que soy una mamá! Me ha costado lágrimas y lágrimas, días en los que he pasado como un zombi, tratando de digerir este golpe de la vida.

Me ha costado también, salir a la calle de nuevo y afrontar poco a poco el mundo sin vos. Mi amor, a tres meses de tu partida, nada tiene el color, la música, el brillo que tenía mientras te esperaba. ¡Qué feliz fui y que diferente ahora! Pero no me doy por vencida y sigo intentando RENACER.

Empiezan a caer unas gotitas de lluvia y golpean la ventana, ¿serás vos mi amor que estás tratando de hablarme? No lo sé... quisiera que lo fueras, quisiera que me hablaras, quisiera que estuvieras.

lunes, 3 de agosto de 2009

Pequeña Flor a tres meses de tu partida


Mariposa hermosa que te posas en el jardín

¿acaso conoces a mi princesa?

Ella era un capullo blanco, puro y maravilloso,

me dio todo lo que tenía, su amor inmortal y precioso.


Su alma partió a un mundo brillante,

su alma voló a la eternidad

mariposa hermosa si la ves,

dile que mi mundo nunca volvió a ser igual.


Mariposa llévale mi mensaje de amor,

dile que su mami la añora

que está intentando renacer,

dile que su papi la llora

desde lo más íntimo de su ser.


Mariposa hermosa vuela rápido

hasta donde ella se encuentra,

conviértete en mensajera

de este poema de amor

vuela, mariposa vuela

y encuentra a mi Pequeña Flor.

sábado, 1 de agosto de 2009

La muerte no es contagiosa

Muchas veces no entiendo al ser humano. En momentos en donde la solidaridad, la empatía y el abrazo fraterno son necesarios, muchos huyen sin importarles el familiar o el amigo que necesita desesperadamente su sola presencia.

Durante el duelo por la muerte de Raquelita he podido observar como personas que mientras estuve embarazada me llamaban todos los días, me visitaban o enviaban mensajes, simplemente desaparecieron. No llaman, no escriben, no existen. Es como si quisieran evitar que la muerte "se les pegue". Otros me han enviado mensajes con terceras personas que me invitan a llamarlas, "dice fulanita que la llame". Yo lo tomo como "cuando esté bien y contenta llámeme, no puedo con su tristeza". Nunca voy a llamar.

Los papás que van adelante en el proceso, me dijeron que ese comportamiento se daba porque la gente no sabe qué decir, se asusta y decide mejor alejarse. Pero sigo sin entender. ¿Cómo es posible que el dolor de ese que decías que era tu amigo no te sensibilize, que no te den ganas de llamar solo para decir "quería que supieras que me importa lo que te pasa, que me siento triste y que oro todos los días por vos". No hace falta consolar lo inconsolable, no hace falta tratar de encontrar respuestas o emitir creencias religiosas de un Dios castigador como el que dice " Dios sabe por qué lo hizo o Dios no le da cargas a quien no las puede llevar". Pienso que, el Dios en el que creo no deseaba la muerte de mi Raquel.

Con la muerte de nuestra hija se abrió una gran herida, pero también se me abrieron los ojos para saber con quien realmente puedo contar. Parece difícil de creer, pero en casos donde el dolor toca la puerta de unos amigos, lo que se necesita para apoyarlos es únicamente amor.