domingo, 15 de noviembre de 2009

El mar sin Raquelita


Este fin de semana admiré la maravillosa creación en el mar sin mi hija. Caminé por un sendero de vegetación exuberante, sin cargarla entre mis brazos. Me senté en la arena sin que ella gateara por la playa. Vi a su papá nadar, sin cargarla para enseñarle por primera vez el agua. Me senté en una mecedora a ver el atardecer y no pude arrullarla. No pude, nunca podré hacerlo, el cuerpo de mi hija murió en esta vida y todo lo que añoraba realizar con ella y para ella, simplemente no podrá ser.

Ernesto y yo nos debatimos en continuar con nuestra vida, en medio de este terremoto de emociones. Raquel ha muerto, pero por una extraña razón del destino, la sentimos más viva que nunca.

2 comentarios:

ManSua dijo...

Raquelita vive...

Ella esta más viva que nunca...

Roberto y Silvia, papás de Rebeca dijo...

Ni lo duden Ale y Ernesto, vive y vivirá para siempre y en nuestra casa y en nuestros corazones también vive Raquelita... y el mar ya lo conocía desde tu pancita