viernes, 23 de octubre de 2009

Estar triste hasta los huesos



Entre la semana pasada y ésta que termina he vivido un sin fin de emociones.
De verdad que volver al trabajo luego de la muerte de mi bella Raque, ha sido muy cansado, agotador. Primero físicamente, siento que las fuerzas me faltan para ser eficiente y lograr mis actividades con éxito, pero además, me siento cansada al hablar con personas y justificar mi estado, algunas veces triste, depresivo y con el llanto a flor de piel.

¿Cómo explicar lo inexplicable?,¿con qué palabras puedo expresar el hueco que tengo en el corazón? Ese que me cala la razón y hace que me vea, actúe y sea diferente.

Un día de éstos sentí tanta tristeza, de que nadie a mi alrededor en el trabajo, entendiera que aunque tenga otros hijos, si Dios lo permite, mi Raquel será para siempre mi niña, mi bebé, mi primera hija, nadie, ni nada podrá reemplazarla. Otros se empeñan en hacer que no existió y me duele, es cruel, ¿es esa la vida?

¡Cuánto tenemos que aprender lo humanos de humanidad!

Mientras tanto, yo sigo chapoteando en este mar de emociones, algunas veces me hundo y otras saco la cabeza y trato de flotar. He avanzado, no estoy loca, ni tengo depresión crónica, solamente se me murió mi adorada hija y esa es una razón suficiente para estar triste hasta los huesos.

No hay comentarios: