viernes, 11 de septiembre de 2009

Hermanos en el dolor y en el amor


Cuando el amor traspasa la barrera de la eternidad, es cuando te das cuenta que lo antes pensabas que era amor, era apenas un destello. El amor es otra cosa, es un sentimiento que no es de este mundo.

Esta semana tuve la oportunidad de experimentar el amor que me dejó mi hija extrapolado a unos nuevos amigos en el dolor. ¡Cuánto dolor y cuánto amor juntos en ese encuentro!

Dos madres desconocidas, heridas por la vida, unidas por el abrazo de sus hijas ausentes físicamente. Reconocernos resultó sencillo, nuestros corazones hablaron por si solos, nos había pasado el peor dolor que un ser humano puede sentir.

Esta semana pude pensar no solo en la terrible ausencia de mi niña, sino en el dolor se esos padres que vieron morir su última esperanza, solo unos días después de la partida de Raquelita.

A ellos quiero decirles que salí su casa agradecida por el amor que recibí, por haber conocido a su princesa, que ahora está con la mía. Salí con la firme convicción, de que el dolor que estamos sintiendo ha iniciado su transformación hacia la luz.

Cuenten conmigo de ahora en adelante, hoy somos hermanos en el dolor y en el amor.

No hay comentarios: