domingo, 6 de septiembre de 2009

Mi Dios no es dolor


Hoy quiero declarar que el Dios en el que yo creo es un Dios de amor.

En medio del dolor tan profundo, que nos ha causado la muerte de nuestra Raquel, muchos se han acercado a nosotros para decirnos frases como "Dios aprieta pero no ahorca"o "Dios te eligió para pasar esta prueba porque sos fuerte", ¿será acaso que Dios pensó la muerte de mi niña para hacernos sufrir o que tenía yo que se débil en la vida, para que Él no me escogiera para vivir algo tan horroroso?

Quiero declarar que no pienso que Dios sea el causante de mi dolor. Lo que yo creo simplemente, es que este mundo en el que estamos es un mundo de dolor, de injusticia, de asesinatos, accidentes de tránsito, de falta de oportunidades hospitalarias para muchos, pero no porque Dios lo quiso, sino porque, el hombre, en su libre albedrío ha edificado un mundo en donde existen estas situaciones tan nefastas.

Mi hijita, mi bella Raquel, falleció porque era humana, porque su cuerpecito tan tierno sufrió de una enfermedad respiratoria que se agravó por las razones que fueran y que finalmente la hizo dormir el sueño eterno al lado de Jesús.

Mi Dios, el Dios en el que yo creo, me está abrazando en este día, toma mi corazón, le limpia las heridas tan profundas que tiene, consuela mi alma dolorida y mi cuerpo cansado por esta pesadilla que no termina.

Mi Dios es un Dios de amor, que ha estado conmigo en este pasaje negro de mi vida y que no me dejará, me consolará hasta el final.

No hay comentarios: