miércoles, 5 de agosto de 2009

Quisiera que estuvieras


Es de mañana y hace frío, llueve un poco y el viento sopla por la ventana del cuarto. Me pregunto, ¿qué hubiera hecho hoy si estuvieras conmigo? De seguro habría pospuesto tu baño, por temor a un resfrío, de seguro de habría dejado acurrucada entre mis brazos, para traspasarte el calor de mi pecho.

Querida hija, estoy he pensado tanto en lo que no se será, en los momentos que no viviremos, en los momentos que solo existirán en mi mente de mamá.

Me ha costado mucho aprender que, aunque hayas muerto sigo siendo tu mamá, ¡que soy una mamá! Me ha costado lágrimas y lágrimas, días en los que he pasado como un zombi, tratando de digerir este golpe de la vida.

Me ha costado también, salir a la calle de nuevo y afrontar poco a poco el mundo sin vos. Mi amor, a tres meses de tu partida, nada tiene el color, la música, el brillo que tenía mientras te esperaba. ¡Qué feliz fui y que diferente ahora! Pero no me doy por vencida y sigo intentando RENACER.

Empiezan a caer unas gotitas de lluvia y golpean la ventana, ¿serás vos mi amor que estás tratando de hablarme? No lo sé... quisiera que lo fueras, quisiera que me hablaras, quisiera que estuvieras.

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