jueves, 6 de agosto de 2009

Jesús la tiene, ella está bien

Uno de los sentimientos que embarga mi corazón y que me hace sentir "tranquila" como mamá, luego de la muerte de Raquelita, es que Jesús tiene en sus manos a mi niña. Para mí por supuesto, pero sobre todo, para Ernesto, la figura del Hijo de Dios, en medio de este dolor le ha reconfortado.

Si no fuera por el apoyo de Jesús en este momento, no sé donde estaríamos. Jesús se presenta como nuestro amigo, nuestro hermano y nuestro guía en tiempos de tristeza y dolor profundos.


Hoy me imaginé a Jesús, tal como se ilustra en esta imagen que encontré. Jesús toma a Raquel entre sus brazos y le está dando todo el amor en el cielo, ese que nosotros desde la tierra le enviamos a nuestra pequeñita.


Gracias Jesús por permitir que llegue a nuestra mente esta imagen, gracias porque de esta manera actúas para atenuar este dolor intenso que está en nuestra alma, gracias porque nos dices, "yo la tengo, ella está bien".

2 comentarios:

Unknown dijo...

Sin duda alguna Jesus abrazó a Raquel desde el primer momento que ella fue engendrada y la abrazó todavia mas fuerte ese dia que Él la llevó de vuelta a su lado. Esto que has escrito me recordó el pasaje sobre "Huellas en la arena" que habla donde en muchos momentos de nuestra vida, hemos visto dos pares de huellas en la arena, un par son nuestras huellas y el otro par son las huellas del Señor. Pero en otro espacio del mismo pasaje le "reclamamos" a Jesús porqué en otros episodios de nuestras vidas solo hemos visto un par de huellas, y Jesus nos responde que esas son las de Él, que va caminando y llevándonos a nosotros en sus brazos. Hoy sin duda, Jesús camina, con Raquelita entre entre sus brazos, para tenerla siempre rodeada de calor, siempre protegida y transmitiéndole el amor de todas las personas que la piensan siempre...
Qué Dios les bendiga y les siga fortaleciendo!

Unknown dijo...

Hola mi nombre es Candy y entré atu blog sin querer. Mi suegra es pintora y buscaba una imagen asi como la que tu tienes para pintar a mi Nicolás. Lei tu historia y realmente aunque sin vernos y sin saber nada este dolor nos une como madres porque solo habiendo pasado una prueba como esta podemos entender lo que se siente. Yo perdí a mi chiquito el 2 de Noviembre de 2009 y aunque pertenezco a una iglesia en la que se enseña que los niños pequeños son salvos por la expiación de Jesucristo y que como madres luego de esta vida tendremos la oportunidad de criarlos y de amarlos y vivir lo que en esta vida no pudimos con ellos, a veces me desanimo y siento tristeza. Especialmente porque tengo una amiga que estaba embarazada al mismo tiempo y para la misma fecha y ahora es doloroso ver a su hijo de 8 meses y el mio no. Pero siempre alguien me recuerda es: el vive y espero que tu chiquita pueda conocer al mio y se que ellos estan libres de cualquier cosa mala, estan con nuestro Salvador esperando el dia en que podamos reunirnos con ellos.