domingo, 12 de julio de 2009

Este es el mundo


Hasta hace dos meses no sabía de qué se trataba la vida. Siempre había tenido la oportunidad de reir, más que llorar y cuando lloré, fue por situaciones que distan mucho de tener la dimensión que tiene la muerte de mi hija. ¡Esas fueron lágrimas malgastadas!



Hoy cuando el dolor invade nuestro cuerpo, me doy cuenta de que cada día, miles de padres y madres sufren la partida de sus hijos o hijas.



Esta semana pasada puede conocer a Yesenia y a Marvin, una pareja que vio morir a su segunda hija a la misma edad, por una enfermedad hasta ahora desconocida, pero fulminante. María Celeste murió el pasado miércoles 1 de julio a las 3 p.m., mientras que su hermana María del Mar, hace 4 años, también un miércoles, pero a las 3 a.m. ambas de 3 meses de edad.


El dolor se dibuja en la cara de estos padres, la desazón, la pérdida de rumbo, la oscuridad...no hay explicación, las dos bebés ya no están y ellos deben seguir viviendo.



"Alejandra, ese es el mundo", me dijo un ginecólogo amigo, al cual le comenté el desenlace de la vida de Raquelita. "El embarazo es como montarse en un carro, usted sabe que se montó, pero no si va a llegar a su destino", añadió.



Sí, ¡este es el mundo!, terriblemente doloroso e injusto. No queda más que seguir viviendo hasta que nos llegue nuestra hora.

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