miércoles, 17 de junio de 2009

Lo que ahora sabemos

Con todo y mi dolor puedo decir que el nacimiento de Raquel dió un giro total a nuestra vida, pero su su muerte nos sensibilizó aún más. Cuánto dolor habíamos ignorado!
Durante estas semanas hemos hablado como pareja de todos los sentimientos que desconocíamos, pero que ahora afloran con solo pensar en ella, en su perfección.
Sabemos hoy que miles de niños en el mundo nacen prematuros, que muy pocos sobreviven y los que lo logran, viven con enormes de riesgos de enfermedades posteriores.
Sabemos del dolor de esos padres y madres que pasan por un calvario al pensar, sobrevivirá hasta mañana? Mientras sus hijos están en la Unidad de Cuidados Intensivos.
Sabemos del dolor tan inmenso cuando te llaman para anunciar su muerte.
Sabemos de la felicidad de los padres que se llevan a su hijo a casa, después de largos meses de agonía, aún cuando ellos mismos tengan que aprender a aspirarlos, reanimarlos, hacerles terapia o alimentarlos por sonda.
Sabemos del amor tan inmenso que genera todas estas acciones, sin importar el esfuerzo familiar que una situación de salud de riesgo podría traer.
Gracias Raquel, gracias mi pequeña flor, por enseñarnos, aún sin articular una sola palabra, el verdadero significado de amor.

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